LA VIDA

17.2.15

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No recuerdo un sólo día en el que no haya hecho mis cábalas sobre cómo aprovechar el día, qué hacer, cuándo quedar, cuándo relajarse, a dónde ir... Programamos de manera meticulosa el día a día, y cuando tenemos tiempo de hacer lo que queramos, de alguna manera sin que nos demos cuenta, también organizamos nuestras actividades de placer, o al menos así me ocurre a mí. Y es extraño que cuano no tengo planes, ni obligaciones, ni ninguna responsabilidad en la cabeza un día se lleva bien, pero llega un momento en el que es como que la cabeza te pide planes de nuevo, no puede dejarse llevar.

Pero yendo más allá del día, lo cierto es que de forma inconsciente empezamos a planear nuestra vida a una edad muy temprana. Unos empiezan a planear lo que serán de mayores, lo que estudiarán, cómo trabajarán y se convertirán en expertos en su campo. Otros planean el encuentro con su príncipe azul, la formación de una familia, la búsqueda de casa, y se ven ya con esa vida que no tendrá lugar hasta dentro de 10 años o más. Te esfuerzas al máximo para conseguir realizar el sueño que tú mismo has fabricado y, por supuesto, ese sueño sólo puede cumplirse siguiendo EL PLAN. Esto se ve claramente escenificado en la película "Recién graduada".

Sigues todos los pasos y crees que conseguirás tener la vida que planeaste y con eso serás feliz.


Pero la realidad es muy distinta. Si algo he aprendido en este tiempo, es que por muchos planes que nosotros hagamos, la vida tiene los suyos propios. Y es que a veces cuanto más te empeñas en algo, más obstáculos parecen surgir. Si bien es cierto que hay personas que han conseguido exactamente lo que planearon creo que la mayoría tenemos una vida muy diferente a la que hace años habíamos creado, aunque no por ello peor. 

Mi vida estaba perfectamente planeada desde que tengo memoria y lo cierto es que nada ha salido como me esperaba. En el momento me sentí frustrada y cabreada, no entendía por qué la vida no me daba lo que yo quería. Ahora me doy cuenta de que esto es lo que tenía que ocurrir, tanto por el camino por el que estoy yendo como por aprender a vivir sin esperar un resultado concreto, simplemente disfrutar de aquello que haga, hacerlo por mí, porque quiero, y dejarme llevar. No estoy diciendo que esperes de brazos cruzados a que las cosas vengan por arte de magia, pero sí que si quieres algo simplemente hagas, sin presiones, sin el "dentro de x años estaré así y asá", simplemente haz y si ha de llegar, llegará.

¡Feliz semana a tod@s!

2 comentarios:

  1. Cuánta razón, aunque también nos dejamos llevar y hacemos cosas que otros planearon por nosotros, y eso sí que es mucho peor. Un abrazo y feliz finde.

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    1. ¡Muchísimo peor! De esa opción no hablé porque quiero dedicarle una entrada entera en el futuro, pero sin duda es la peor de todas y la que más daño puede llegar a hacernos, aunque no lo veamos al principio.

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Cada persona es única y diferente y por eso es normal que tengamos opiniones distintas acerca de un tema. Todas son bienvenidas ya que me dan otros puntos de vista sobre una misma situación, y eso siempre es productivo. Pero por favor, recuerda que detrás de la pantalla hay un ser humano y si lo que vas a decir sólo tiene una función destructiva e hiriente piensa antes de mandarlo cómo te sentirías si te dijeran a ti eso.

La vida es demasiado corta para malgastar el tiempo escribiendo cosas feas. ¡Gracias por tu comentario!